10 cosas que todo viajero debe saber antes de ir a Japón

Navegar por las maravillas de Japón puede ser un poco complicado si no has visitado el país al menos una vez. Esto quiere decir que es culturalmente muy diferente de lo que estamos acostumbrados en Occidente y puedes correr el riesgo de quedarte corto. Afortunadamente, existen guías dedicados a ofrecer información local sobre una de las ciudades más emocionantes del mundo. Por esta razón, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber antes de ir a Japón y no morir en el intento. 

El efectivo es el rey

Japón es conocido como un lugar lleno de tecnología, pero el país es muy anticuado cuando se trata de manejar tarjetas de crédito. Incluso hoy en día, muchas tiendas y restaurantes en Japón solo aceptan efectivo. Para el transporte público, especialmente autobuses y trenes de viaje corto o viajes en Metro, incluso si simplemente deseas recargar tu tarjeta de viaje Passmo o Suica, siempre debes llevar efectivo. Y si realizas excursiones fuera de Tokio, no importa qué elemento metálico haya incrustado en tu tarjeta de crédito, solo te servirá de adorno.

En Japón, no es raro que las personas lleven diariamente miles de yenes en su billetera. Esto es factible por el hecho de que el país tiene  tasas de criminalidad muy bajas. Incluso si dejas caer tu billetera por accidente, es probable que te la entreguen en la comisaría de policía más cercana con todo el dinero integro en efectivo, monedas y tarjetas de crédito o débito intactas.

El efectivo es un producto elaborado y, como tal, tiene un valor social que las tarjetas de crédito o débito no tienen. Los billetes japoneses se mantienen limpios y rectos, y ningún local pensaría en arrugarlos o sacar yenes arrugados directamente de su bolsillo.

Por ejemplo, el regalo correcto de una boda o funeral es dentro de un sobre decorativo colocar efectivo. Además, hay una tabla de cantidades prescritas para dar dependiendo de la edad y relación con las personas en cuestión. Las oraciones en un templo están precedidas por una ofrenda en efectivo. El regalo de Año Nuevo de un adulto a un niño tiene que ser dinero en efectivo. Por si fuera poco, los datos financieros muestran que la proporción de billetes en circulación en relación con la economía de Japón, que ya es la más alta del mundo, está aumentando.

Su red ferroviaria es extensa

La red ferroviaria de Tokio consta de más de 150 líneas, casi 50 operadores y se extiende cerca de 5.000 kilómetros. Puede ser abrumador en tu primera visita. A pesar de esto, es fantásticamente eficiente, los retrasos son raros y generalmente se tardan de 2 a 3 minutos en llegar. Un tren cancelado es casi desconocido. Con más de 2.000 estaciones en el área metropolitana de Tokio, los trenes subterráneos son la mejor opción de transporte y en comparación con otras redes urbanas no es demasiado alta su tarifa.

Los operadores generalmente se dividen en trenes y metro, gubernamentales y privados. La mayoría evolucionó con el auge económico de la posguerra, en una dura competencia, lo que significa que en muchas áreas de la metrópoli hay estaciones rivales a solo una cuadra de distancia. Las compañías ferroviarias a menudo formaban parte de grandes conglomerados que administraban grandes almacenes o parques de entretenimiento y rutas personalizadas para adaptarse a sus agendas comerciales.

Para el visitante, los principales operadores que probablemente encontrarás en el área de Tokio son la East Japan Railway Company (JR East), el metro de Tokio y el metro Toei. Como la mayoría de los demás, estos operadores ya han integrado sus estaciones con las de sus rivales, lo que facilita los cambios de línea. Sin embargo, el hecho de que cada operador tome su corte significa que las líneas de intercambio a menudo pueden sumar. En el aspecto práctico, todas las estaciones llevan letreros en japonés e inglés y si prestas mucha atención notarás que entre los avisos en las plataformas habrá muchos consejos útiles, como los horarios entre estaciones o qué transporte abordar para tu cambio de línea siguiente.

No existen los nombres de calles 

Antes del uso generalizado de la tecnología de teléfonos inteligentes y del GPS, encontrar direcciones en Japón era un verdadero logro. Tan recientemente como en los años treinta, tratar de localizar dónde vivía alguien o dónde residía la oficina de una pequeña empresa podrían llevarte horas. Encontrar una dirección en una metrópoli es bastante complicado, pero piensa en aquellos que habitan una ciudad donde las calles no tienen nombre. Tokio, como la mayoría de las ciudades y pueblos de Japón, solo tiene unos pocos nombres de carreteras y estos son, a falta de una mejor palabra, para fines ceremoniales. Las carreteras con nombre no aparecen en las direcciones. En cambio, el sistema postal es como el utilizado en la antigua Roma, donde las congregaciones urbanas se dividen primero en áreas, luego en barrios y después en otras subdivisiones.

Encontrar cualquier dirección será difícil

Una dirección en Japón comienza con la ciudad, luego se concentra en el ku o barrio (en el caso de su capital llena de 33 millones de personas, un barrio es una ciudad pequeña en sí misma). Posteriormente se acerca aún más para identificar el área específica, antes de nombrar el número de bloque. Por ejemplo: puedes encontrarte buscando una casa en Tokio, en el barrio de Shibuya, dentro del tercer bloque del área de Ebisu. Pero aquí la diversión apenas comienza. Los chōme no están bien ordenados, por lo que encontrarás que Ebisu-1 se encuentra junto a Ebisu-4. Esto lo vuelve aún más complicado. Cada uno de los chōme,  puede tomar unos 15-20 minutos para circunnavegar y se dividen dos veces más con la numeración de estas subdivisiones en función de un orden cronológico de construcción, no de proximidad geográfica.

Google Maps no lo ha resuelto todo. A menudo, su mapa basado en GPS lo volcará en algún lugar cercano al lugar al que apunta, dejándote solo para terminar el trabajo. Encontrar la dirección puede ser más fácil si se orienta por las estaciones de tren o los principales puntos de referencia. Desafortunadamente, pasar por las ubicuas tiendas de conveniencia puede no ayudar, ya que el personal no siempre es local o experto en leer mapas. Y lo sorprendente es que su conocimiento de Tokio puede no ser mucho peor que el del taxista cuando su propio GPS alcanza los límites de su sabiduría. 

Comer en la calle es muy popular

En Osaka, la segunda ciudad de Japón, hay un restaurante por cada 40 personas. Tokio no está muy lejos. Los lugareños de la capital tienen tantas probabilidades de decir ‘vamos a comer algo’ como cuando los españoles decimos ‘vamos a tomar algo’. De hecho, incluso ir a tomar una copa probablemente implique reunirse en un izakaya, que se trata de un lugar relajado similar a una bar asequible.

La mayoría de las negociaciones comerciales implican una reunión en un restaurante. Para muchas empresas, reunir regularmente a colegas para cenar y tomar una copa después del trabajo con fines de vinculación, es una práctica estándar y culturalmente difícil de evitar. Como la mayoría de la gente tiende a vivir dentro del centro de la ciudad en pequeños apartamentos o casas, hay pocas fiestas en el hogar y, en cambio, los restaurantes actúan como un centro para pasar el tiempo con amigos y conocidos.

La mayoría de los japoneses tienen una lista de restaurantes que pueden recomendar con orgullo. Conocer un lugar fuera del circuito turístico es particularmente apreciado en Japón, al igual que los pequeños restaurantes donde uno puede sentirse integrado a los lugareños. Si estás buscando una recomendación, es posible que tengan una larga lista para ofrecer. Puedes preguntar por el lugar favorito para comer, por ejemplo, brochetas de pollo o fideos Sapporo ramen.

La reputación de un restaurante lo es todo

Caminando por Tokio probablemente pasarás por multitudes de colas de japoneses fuera de restaurantes. Estas colas pueden permanecer durante dos o más horas durante el almuerzo o la cena, y no disminuirán si comienza a llover. Mientras tanto, puede ser que el restaurante de al lado este vacío. A menudo, la razón de tal discriminación suprema es la que estás esperando. El lugar más popular tiene una reputación construida durante años e incluso décadas. Normalmente, es una empresa familiar que ofrece el tipo correcto de tallarines o cortes de carne para atraer a multitudes exigentes. Sin embargo, en los últimos tiempos, la reputación a menudo se genera a través de la publicidad en televisión.

Casi todos los programas de televisión ofrecen comida de una forma u otra y muchas tienen celebridades que visitan cafés y restaurantes específicos para probar (y casi sin falta) proclaman que la comida es superior. En un país donde la idea de desperdiciar una comida en algo menos que sorprendente es vista como una parodia, muchos son obstinados por la elección obvia y anunciada. Entonces, incluso si la comida está por debajo de las expectativas, sirve como un tema digno de discusión con amigos y compañeros de trabajo.

Puedes ser rechazado en la puerta de un restaurante por ser extranjero

Habrá un momento extraño en que, como extranjero, pueden rechazarte de un restaurante o te resultará difícil hacer la reserva directamente, incluso si el idioma no es un problema para ti. Esto se debe a  tres razones clave.

Primero, muchos lugares tienen miedo de cometer errores, y prefieren no arriesgarse a un encuentro incómodo con extranjeros que podrían no comprender todos los aspectos de la comida y el entorno, pero que podrían quejarse más tarde cuando sus expectativas finalmente no se cumplan. 

En segundo lugar, muchos establecimientos no estarán abiertos a extraños que no sean japoneses. Es común que una presentación de un cliente de confianza sirva como una forma de llegar a algunos de los mejores lugares. 

En tercer lugar, digamos que una proporción de lugares no confía en que los extranjeros se comporten de una manera civilizada, y temen que una mesa llena de no japoneses pueda ser desagradable para la multitud regular. Muy ocasionalmente, dichos lugares podrán rechazarte en la puerta, sin dar una explicación clara de por qué lo están haciendo. El consuelo aquí es que es posible que no desees visitar un restaurante que realmente no es acogedor. Si todavía estás interesado, pídele al guía que te acompañe la próxima vez. También pedirle al conserje del hotel que haga tus reservas, puede evitarte rechazos inesperados.

Etiqueta de comedor

En los restaurantes más tradicionales de washoku, deberás quitarte los zapatos y colocarlos en un casillero cerca de la entrada. Esto ayuda a mantener el lugar limpio. El establecimiento también puede tener mesas bajas, y en lugar de sillas, los asientos consistirán en cojines colocados en el piso de tatami de paja. A menos que estés acostumbrado a esto, podría ser una posición incómoda para sentarse y no todos los lugares tienen mesas y sillas occidentales como alternativa. Una vez en tu mesa, se te dará un paño húmedo para limpiarte las manos, que tradicionalmente se entrega caliente.

Antes de comenzar una comida, los japoneses dicen itadakimasu, que transmite su agradecimiento por recibir la comida, y al final es cortés decirle al cocinero, los camareros y la persona que pagó la comida: gochaso sama deshita, que se traduce como ‘fue una verdadera fiesta’. Para transmitir su agradecimiento a la persona que lo trajo al restaurante o al personal, puede exclamar oishii para hacerle saber que pensaba que la comida era sabrosa. Durante un brindis, el grito común es kanpai, que significa ‘vidrio seco’, en otras palabras, ‘de abajo hacia arriba’.

No existe una cultura como tal de propinas. En Japón, la palabra ‘servicio’ se usa para decir que algo es ‘gratuito’, porque los japoneses creen que un buen servicio debe ser estándar.

Se utilizan palillos en las comidas

La mayoría de las comidas se comen con palillos, con la excepción de la variación japonesa del curry indio, que tiende a ser un poco dulce y se come con una cuchara y un filete cuando se sirve al estilo occidental. Los cubiertos occidentales a menudo están disponibles cuando es necesario, pero puedes obtener un cumplido si tienes la habilidad de comer con palillos.

Los palillos vienen en variedades de madera, metal y plástico y nunca deben usarse para apuñalar alimentos, señalar a alguien, golpear el borde de su tazón, y no deben pegarse verticalmente en el arroz pegajoso. Este último recuerda el ritual budista de la quema de incienso en un funeral y simboliza la alimentación de los muertos. Además, quitar las astillas de madera de un palillo desechable se considera grosero a menos que se haga en un establecimiento barato. 

Si te resulta difícil comer arroz con palillos, no temas. A menudo, las personas sostienen el tazón en sus manos mientras sacan el arroz para asegurarse de que no se caiga. No importa su valor monetario actual, el arroz tiene una posición social venerada y fue el predecesor de los billetes en el Japón medieval.

Colocar los palillos en el tazón significa que ya has terminado. Si ese no es el caso, colócalos a la derecha o debajo de tu plato, asegurándote de que las puntas no toquen la mesa.

Orgullosos de ser humildes

Se dice que los japoneses son a la vez la gente más orgullosa y humilde del mundo. Comprender el pensamiento detrás de esto podría ayudar a explicar algunas de tus experiencias en Tokio.

El afecto por la humildad está enraizado en los principios confucianos centrales, que incluyen la deferencia a los ancianos y superiores, el amor al orden (y las reglas) y la búsqueda constante de acciones perfectas (que Toyota hace eco en su filosofía kaizen de ‘mejora constante’). 

La forma en que las personas se saludan en Japón implica varios grados de reverencia y la expresión de honores es cuidadosamente calibrada. Puedes ver en la noche una fiesta de trabajadores a punto de irse por caminos separados, pasarán unos buenos cinco minutos inclinándose el uno al otro antes de separarse,  el jefe siempre será el primero en salir y subirse al taxi, mientras que sus subordinados pueden elegir irse en el orden que dicta la jerarquía de su oficina.

La humildad es lo que impulsa la forma en que se brinda el servicio al cliente en Japón, de forma ordenada, meticulosa, a veces con una calidad ornamentada en la presentación y el idioma. El japonés tiene muchos niveles de cortesía. Las frases usadas para decirle algo a un amigo pueden aumentar su longitud exponencialmente cuando se dirigen a un superior o una persona valiosa para ellos. Incluso hay un conjunto especial de palabras que se usan solo en referencia al Emperador. Cuando se anunció por primera vez la muerte del monarca anterior, parte de la población no tenía claro qué había sucedido exactamente.

La humildad también encaja con la tendencia japonesa a la moderación y a mostrar o fingir vergüenza durante situaciones difíciles para evitar la confrontación directa. Al hablar de su propia familia, los japoneses pueden referirse a su ‘hijo tonto’. El presidente de una gran empresa puede comenzar su discurso señalando que le da vergüenza estar ante todos y que todavía tiene mucho que aprender. ¿El niño realmente se considera tonto? ¿Es el CEO tan humilde como parece? Poco probable, y otros japoneses entienden esto. Saben que su interlocutor sigue los códigos sutiles del decoro social.

Junto a la humildad fluye un orgullo intenso por su cultura  y sus estándares. Muchos japoneses creen que son únicos y que solo otros japoneses pueden entenderlos completamente, a través de un sentido no verbal de ishin-denshin. Esto se puede traducir libremente como ‘telepatía’, que se refiere a la idea de que el corazón puede transmitir lo que la mente está pensando. Que el corazón es quizás la herramienta de comunicación más confiable que la cara o la boca. Es una filosofía que se ha desarrollado en el budismo zen, y que ahora está arraigada en la cultura popular, desde las artes hasta las prácticas comerciales.